Desde que empecé a tener relación con el mundo de la maternidad, observé que este era un tema sensible en el que los nervios están a flor de piel y sólo hace falta una palabra para que una mujer se sienta juzgada. Pero esto no hace que las personas sean cuidadosas, sino que los ataques a los distintos modos de proceder se recrudecen. Y lo más peligroso es que a veces se transmite la idea de que tu valor como madre es inversamente proporcional al sufrimiento o sacrificio que la maternidad te haya exigido. Es lo que yo llamo ser madre o ser MADRE.
Estos serían algunos ejemplos:
- Si tuviste un embarazo asintomático, eres madre. Si te pasaste más de tres meses vomitando, tuviste ardores, a penas podías dormir y tus piernas no tenían nada que envidiarles a las de un elefante, eres MADRE.
- Si tu hijo duerme toda la noche, eres madre. Si por el contrario se despierta cada hora y media, eres MADRE.
- Si tu hijo abre la boca al ver una cuchara, eres madre. Si te pasas la tarde retirando restos de brócoli de tu cabeza, eres MADRE.
- Si no te costó un gran esfuerzo instaurar la lactancia materna, eres madre. Si tus pechos sangraban por las grietas y has aguantado varías mastitis, eres MADRE. Si has dado biberón, eres una descendiente de Satán pero ese es otro tema.
Como os podéis imaginar, con el tipo de parto la cuestión se agudiza. El parto natural cotiza al alza. No solo te eleva a la categoría de MADRE, sino también a la de MUJER. Porque no solo tenemos que pasar dolor, sino disfrutar de él ya que forma parte de nuestra naturaleza. Sinceramente, esto último me parece absurdo. No voy a entrar a hacer un alegato a favor o en contra del uso de los fármacos porque, en primer lugar, considero que es una cuestión que atañe únicamente a la parturienta y, además, porque no es el objeto del post.
A donde quiero llegar es al fenómeno que lleva a muchas mujeres a equiparar erróneamente el parto vaginal y el parto natural, y que aprecio últimamente con mayor frecuencia. A veces tiendo a pensar que no existe tal equivocación sino que la elección de la nomenclatura responde al afán de subirse al carro del parto natural. Pero soy consciente de mi naturaleza desconfiada, así que lo más probable es que realmente exista un verdadero desconocimiento acerca de los tipos de parto que pueden existir.
Un parto puede recibir muchas denominaciones en función del momento de la gestación en que se produzca, la forma en que se inicie, el lugar donde se lleve a cabo, etc. Pero la distinción más habitual es la que se establece en función de la vía de nacimiento. Un parto por cesárea es aquel en el que el bebé nace gracias a una intervención quirirgica abdominal. Esto no suele generar confusión. Antes solía escucharse más el término cesárea vaginal para referirse a la episiotomía, pero en la actualidad no son muchas las mujeres de mi entorno que usan esas palabras.
Lo que parece no estar tan claro es que el antónimo de cesárea no es parto natural. Un parto que no se produce por vía abdominal lo hará necesariamente por vía vaginal. ¿Pero es parto vaginal lo mismo que parto natural? No, no lo es. Un parto natural es aquel en el que la intervención médica queda limitada a la supervisión del bienestar de la madre y del bebé. El parto se desarrolla, como el propio nombre indica, de manera natural respetando los ritmos y necesidades de la mujer que va a dar a luz.
En un parto natural, por tanto, no se administrará nunca oxitocina para desencadenar o acelerar las contracciones. Tampoco se usarán medicamentos para controlar el dolor que éstas pudieran causar. Ni se realizará una episiotomía o se utilizará instrumental para favorecer la salida del bebé. En el momento en que éstas u otras intervenciones tienen lugar, el parto dejará de considerarse natural y adoptará otro nombre según las circunstancias. Será algo distinto, ni mejor ni peor.
¿Pediste la epidural a gritos porque no estabas dispuesta a aguantar un solo dolor? Bien por ti. No tuviste un parto natural, pero eso no significa nada. Aquella mujer que soportó cada contracción no es mejor que tú. Tampoco peor. Vuestro proceso fue distinto y eso no significa nada. Pero no desprecies a otra por haber tenido una cesárea, no digas que no ha parido, no frivolices acerca de su proceso… Porque tú no eres mejor que ella. Tampoco peor. Vuestros procesos fueron distintos y eso no significa nada ¿Verdad?
febrero 20, 2018
Bueno… Yo sabía sobre el parto natural y el parto vaginal. Opino que el parto en sí es para valientes, pero el natural todavía más porque hay que bancarse las contracciones, los dolores, todo sin nada de fármacos. Las madres en sí son unas guerreras por aguantar todos los dolores y malestares del embarazo, unas capas!♥
febrero 20, 2018
Me parece super interesante la forma en la que explicas esto, sobre todo porque es tan comun mirar de otra manera a quienes eligen no sufrir en el parto. Recuerdo que una amiga quizo tener a su bebé por cesarea y la criticaron muchisimo sin saber porqué tomaba esa decisión. Gracias por compartirlo!!
febrero 21, 2018
Me ha gustado mucho tu post, me gusta como lo explicas, yo si que sé la diferencia entre parto vaginal y natural y creo que las mujeres simplemente por el hecho de parir ya son valientes. Estoy totalmente de acuerdo contigo en que no debemos criticar a otra mujer por el simple hecho de que tuvo cesárea o pidió la epidural cada mujer es un mundo y cada parto es distinto. Un beso.
febrero 23, 2018
Ya conocía la diferencia entre los diferentes partos. Yo acepté la epidural tras varias horas con contracciones y al final, tuve cesárea por no dilatar y sabes?? Soy MADRE. No somos más ni menos que otras madres que tienen otros partos o crianzas diferentes. Todas somos las mejores MADRES para nuestros hijos 😉
febrero 24, 2018
La verdad es que todo el mundo somos muy dados a opinar sin pensar que nuestros comentarios pueden hacer daño a los demás, es una manía horrible que tenemos la humanidad. Al imaginar cada tipo de parto me ha dado pánico aunque imagino lo maravilloso que debe de ser , ser mamá nazca por donde nazca el bebé con o sin medicación.
febrero 24, 2018
Yo estoy un poquito hasta las narices de que todo se catalogue y más aún de las madres coraje. Por lo que veo yo soy un híbrido entre madre y MADRE porque pedí la epidural pero no me hizo efecto así que tuve un parto natural como la vida misma, con sus dolores y su sensación de sacarme a este bicho ya que me voy a reventar, sí, sin duda más madre que nadie.. (o gafe diría yo). Muaksss
marzo 1, 2018
Pues la verdad no tenía ni idea lo del parto vaginal o natural. Yo pensaba que era cesaría o lo otro vaginal. Aunque bueno luego esta gente que no quiere epidural, aunque de esa manera debe de dolor no? Yo no lo sé porque no soy madre ni si quiera tengo pareja jajajajaja Si fuera madre y fuera a tener un hijo lo haría por inseminación artificial. Madre soltera. Que son unas horas de dolor comparado con años de felicidad cuidado a tu hijo.Muak!!
marzo 29, 2018
Desde el desconocimiento, todo se critica. (Incluso la lactancia materna, aunque a las que elegís el biberón no os lo parezca). Esta batalla parto natural-parto vaginal la llevo yo librando… Pero igual se usa para menospreciar a la que ha parido por cesárea que para manipular a la que desea un parto natural (y podrían ser ambas la misma persona, incluso).
Hace días intenté «convencer» a una amiga de negociar una cesárea programada en lugar de una inducción. Le habían diagnosticado un RCIU con una malformación en la arteria uterina. Yo sabía que eso significaba que le iban a hacer una cesárea. Pero le hicieron creer que podía intentar un «parto natural».
Le expliqué que una inducción NO ES un parto natural. Y que me parecía imposible que una inducción en sus circunstancias acabara siquiera en parto vaginal.
Intenté que entendiera que, cuando hay razones médicas para terminar de manera artificial un embarazo, igual de bien terminado está por la vagina que por la tripa, hay que elegir la opción más segura.
Pero tenemos entendido que lo bueno es que los bebés salgan por la vagina, aunque sea tras exponerlos a horas de oxitociona sintetica y sufrimiento fetal intermitente y terminar con una cicatriz de «cesárea vaginal». Sin duda la confusión se ha creado de forma intencionada. Y cuando «la naturaleza» falla, hacemos una cesárea de rescate.
Acabó, por supuesto, en cesárea de urgencia. Y aún lo está superando porque fue «a pesar» de haber hecho todo por tener un parto «natural» en lugar de «gracias» a que lo «natural» es tomar la decisión que mejor proteja tu salud y la de tu hija.
Yo pienso que, cuando la decisión es perfectamente informada, elegir una cesárea es una decisión muy valiente. Y los motivos pueden ser tan diversos que no podemos aspirar a entenderlos todos. Pero siempre habrá quien juzgue lo que desconoce. Siempre.
marzo 29, 2018
Lo primero que me gustaría decirte es que, aunque he alimentando a mi hija con lactancia artificial, soy muy consciente de que las madres de lactancia materna también reciben críticas. Por desgracia, las mujeres estamos muy expuestas en cuestiones de maternidad y TODO se critica.
Yo también creo que la confusión entre vaginal y natural es intencionada. Se busca hacer sentir mal a la mujer que no tiene un cierto tipo de parto, y eso lleva a muchas a enmascarar las circunstancias reales del suyo.
Yo tuve una cesárea programada que me costó sangre y sudor conseguir. Todos los ginecólogos con los que consultaba parecían tenerlo claro, menos los que tenían que derivarme a Algo Riesgo. Durante el embarazo aguanté comentarios como «las mujeres gestan a los hijos que pueden tener naturalmente» o «tú no quieres parir». Así que entiendo perfectamente lo que cuentas.
Es una pena que se den situaciones como las de tu amiga. La tasa de cesáreas, que sin duda es elevada, no debe bajarse llevando al limite los casos dudosos. Eso solo genera un desgaste innecesario.